1. EDUCAR
EN EL BUEN CARÁCTER:
Nos ponemos como
objetivo al educar a nuestros hijos para que tengan un buen carácter. A medida
que el niño crece, los padres debemos promover las mejores actitudes positivas en él.
Crear oportunidades que
permitan el aprendizaje de técnicas para generar mayores cantidades de
endorfinas.
Puede ser que por
suerte sea feliz y tenga una vida productiva, pero y si no es así. Debemos
prepararnos para formar su carácter.
Carácter:
conjunto de cualidades de la persona, que por su modo de ser u obrar, la
distingue de los demás. Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio carácter,
resultado de nuestras experiencias personales, educativas y colectivas.
El concepto carácter
resume todo aquello que va ser permanente en la persona. Si proporcionamos a
nuestro hijo la oportunidad de desarrollar un buen carácter, estaremos sentando
las bases para que sea mejor y más feliz.
Cuando educamos a
nuestros hijos tenemos en mente valores que consideramos importantes y que
queremos que posean: buenos modales,
simpatía, respeto a las normas, amabilidad, honrados, responsables, generosos,
justos, solidarios,…
Recibirá otras influencias: Los amigos, los medios
de comunicación, los profesores… PERO,
SI TIENEN UNA BASE SÓLIDA, ES MÁS PROBABLE QUE, AL FINAL, VUELVAN A AQUELLOS
VALORES QUE LOS PADRES LES INCULCAMOS.
2. ¿CÓMO
HACERLO?
Todo está interrelacionado, no es posible parcelar la existencia y planificar: Si ahora ten enseño a respetar a los
demás, Si ahora te muestro el valor de la sinceridad y la honestidad, Si ahora
te enseño la importancia de acatar las normas de convivencia…. Sí debemos tener
en cuenta la edad del niño, porque No podemos exigir siempre a un niño de 2
años que pida las cosas por favor. Sí podemos reforzarle con expresiones
exageradas de alegría y con abrazos cada vez que utilice esa expresión. No podemos obligar al niño a hacer
algo para lo que no está preparado.
· Hay normas que podemos seguir: Prediquemos con el ejemplo: establezcamos las
normas de lo que esperamos de él de forma positiva, indicándole lo que tiene
que hacer, más que lo que no debe hacer: Ej: “Deposita los papeles en la
papelera”. En lugar de “No tires los papeles al suelo” “Dí siempre la verdad”
en vez de “No mientas”. Si hemos establecido que las
cosas se piden por favor, no debemos admitir que no lo hagan. Es importante utilizar el ELOGIO siempre que el niño
tenga un comportamiento adecuado: “Me
ha gustado mucho que hayas saludado al vecino”.
· Otros medios para reforzar aquellas conductas que fomenten el
buen carácter: Libros, películas, programas de TV,… Si en una película que
vemos se insulta, se agrede o se utiliza la mentira, podemos señalarle que eso
no es lo correcto.
· Las conductas
inadecuadas tienen que tener consecuencias, con castigos apropiados para la
edad y la gravedad de la falta. Ej: no recoger los juguetes implica retirarle
temporalmente los juguetes que no ha recogido.
3. EDUCAR
LA EMPATÍA:
La empatía es una capacidad que tiene dos
componentes:
a) Emocional: que reaccionemos ante las emociones de
los demás.
b) Cognoscitivo: nos permite captar el punto de vista
de la otra persona y reaccionar ante ella.
Hasta los 6
años los niños pueden reaccionar emocionalmente ante el sufrimiento de los
otros. A partir de los 6 años son capaces de entender el
punto de vista del otro y actuar en consecuencia.
•
Esto
les va a permitir: ser amables con los
demás, ser respetuosos, responsables, solidarios, comprometidos…
•
Importante:
los niños con la empatía más desarrollada son más populares, tienen más
facilidad para las relaciones sociales,
son más dados a colaborar, TIENEN MÁS ÉXITO EN LA ESCUELA.
¿CÓMO
DESARROLLAR LA EMPATÍA EN NUESTROS HIJOS?
1.
Cubriendo
sus necesidades afectivas desde que nacen. Si acudimos cuando
lloran o si les consolamos cuando se caen, van a sentirse queridos y entendidos,
y es más fácil que ellos hagan lo mismo por los demás. Siendo su modelo de
conducta empática.
2.
Poniéndonos en su lugar, intentando
comprender por qué han actuado de esa manera, escuchándolos sin prejuicios.
3.
Enseñándoles a expresar sus emociones y a entender
las de los demás. ¿Cómo te sientes cuando tu hermana te prestó su muñeco
preferido?
4.
Reconociendo y recompensando sus cualidades
y logros.“Estoy muy contento de que hayas ayudado a Miguel con sus deberes”.
5.
Animándoles a que estén atentos a los sentimientos
de los demás. ¿Cómo crees que se siente Juan cuando le dais de lado?
6.
Teniendo expectativas altas de lo que
esperamos de ellos. Respecto a la responsabilidad, la amabilidad, la ayuda a
los demás,…empezando por la familia, para después extenderlo (enfermos,
abuelos, amigos,…)
Por
Antonio Fernández Ligero, psicólogo
para la Escuela de Padres del Ayuntamiento de Barbate.
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