domingo, 8 de enero de 2017

NORMAS Y LÍMITES


¿Tus hijos no te hacen caso? ¿Tienen rabietas cada vez que estás en público? ¿Son agresivos? ¿No se quieren acostar por la noche?

 
Aquí proponemos una técnica fácil de usar que empleándola bien puede corregir estas conductas negativas.

Pasos a seguir:

1.     Se debe estructurar el día con detalle, para de esta forma crear una rutina en la casa. Esta rutina basada en horarios y actividades para los niños y niñas se traduce en seguridad y conformidad. De vital importancia es el horario de las comidas, de las tareas escolares y del tiempo de juegos, por lo que en torno a esto debería generar una rutina que los niños y niñas asimilarán de forma rápida.

2.      Cada vez que un hijo o hija no hace caso hay que armarse de paciencia y tener en cuenta estos pasos:

a.      Bajar al nivel de los ojos del niño o niña para que haya contacto visual y cercanía.

b.     Decirle que ese acto o gesto NO es aceptable (mirándole a los ojos) dando razones comprensibles (no vale porque lo digo yo) y ayudando a ponerse en el lugar del otro (empatía)

c.       Usar un tono firme pero SIN LEVANTAR LA VOZ.




3.      Cuando la conducta no deseada se repite, no amenace, y si lo hace cúmplala, porque si no lo hace, le está trasmitiendo el mensaje de que no pasa nada porque no hay consecuencia en sus actos, recuerda “Acción, Reacción”. Debería actuar de la siguiente forma:

a.       Se lleva el niño a una silla, alfombra o a la habitación por mala conducta.

b.     Se deja al niño ahí 1 minuto por cada año que tenga o sea si tiene 3 años, serían 3 minutos, durante el cual no se habla con él o ella, aunque le busque constantemente.

c.      Al terminar el periodo de castigo, hay que preguntarle si sabe por qué está ahí y si no está seguro se le explica por qué.

d.     Luego el niño tiene que mirarte a los ojos y pedirte perdón. Este es al principio algo que debes guiar, pero poco a poco el niño o niña aprenderá el verdadero significado de pedir perdón y lo hará de forma sentida.

e.     Terminar con un abrazo y un beso. Es muy importante que después del conflicto se tenga en cuenta el aspecto emocional del niño o niña, puesto que de esta forma reforzamos valores positivos en la personalidad de nuestros hijos/as.

 
Por Isabel Oliva Gómez, pedagoga, logopeda y técnico de la Delegación de Educación y Fco Javier Camacho Ramos, psicopedagogo del Programa Educator para la Escuela de Padres y Madres del Ayuntamiento de Barbate.
 

Estrategias motivantes para los hijos/as.

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