lunes, 23 de febrero de 2015

PROBLEMAS DERIVADOS POR LA FALTA O EL ESCASO DESARROLLO DE LAS HABILIDADES SOCIALES.

Numerosas investigaciones dan buena cuenta de la relación directa que existe entre las competencias sociales desarrolladas en la infancia y el posterior funcionamiento social, académico y psicológico.

Muchos niños y niñas, por diferentes razones, suelen tener pocos recursos para desarrollarse adecuadamente en este aspecto por lo que requieren un trabajo de aprendizaje desde la familia y la escuela.


Las consecuencias derivadas por la falta o el escaso desarrollo de las habilidades sociales pueden ser:

1.- Problemas de autoestima. Los niños y niñas con pocas habilidades sociales, tendrán problemas para desenvolverse en su entorno social. Esto les llevará a pensar que es por ellos y su autoestima bajará. La imagen de sí mismos será negativa. Esto hace a su vez, que sus habilidades sociales sean escasas, la influencia es mutua.

2.- Dificultad para expresar deseos y opiniones. Las personas que no tengan unas buenas capacidades sociales, tendrán dificultades para saber y poder expresar lo que desean y lo que opinan.

3.- Dificultades para relacionarse con los demás. La falta de habilidades sociales, puede llevar a una timidez excesiva y dificultad para hacer amigos y relacionarse. En nuestra sociedad, es imprescindible relacionarse con los demás.

4.- Problemas escolares. Puede producirse también este tipo de problemas, debido a la inadaptación social, llegando incluso a provocar fracaso escolar.

5.- Malestar emocional. Las personas necesitamos de los demás, la compañía y la estima de las demás personas son fundamentales para nuestro día a día y para nuestro equilibrio emocional. La ausencia de relaciones sociales puede llevar por tanto un malestar emocional asociado.

Por Fco Javier Camacho Ramos, psicopedagogo para la Escuela de Padres del Ayuntamiento de Barbate.


lunes, 16 de febrero de 2015

PAUTAS PARA EL DESARROLLO DE LAS HABILIDADES SOCIALES.

Como ya hemos comentado en otros artículos, las habilidades para afrontar con éxito de forma sana las relaciones con los demás se desarrollan progresivamente a lo largo de la infancia y la adolescencia.

En este periodo se producen las capacidades y habilidades necesarias para que se establezcan las bases de las futuras relaciones de adultos, ya sean de amistad, de pareja, laborales, etc.

Por todo ello, padres y educadores debemos prestar especial atención al desarrollo de las mismas siguiendo estos pasos:

1.- Cuida su autoestima. Ayúdales a formar una imagen positiva de sí mismos. Tendrán la fuerza para desenvolverse socialmente y no culparse de aquellas situaciones que no son positivas para ellos. Para ello critica la acción y no a la persona; proponles metas pero que sean adecuadas; utiliza los elogios pero que sean realistas.

2.- Transmite valores a los niños y niñas. Deben aprender a valorarse a sí mismos y a los demás. Enséñales a respetar, tolerar y escuchar. No pretendas que la escuela les transmita valores, porque no es ese su cometido.



3.- Sirve de ejemplo para ellos. En tus relaciones con ellos y con los demás, actúa de forma coherente y transmitiendo lo que quieres que hagan ellos, puesto que como vulgarmente se dice son esponjas que todo lo absorben.

4.- Habla con ellos y trabaja las creencias e ideas que tienen. Ante determinadas situaciones sociales que te ocurran a ti y/o a ellos explícales la situación, ayúdales a entender. Si por ejemplo alguien nos contesta mal, debemos explicar a los niños y niñas que esa contestación probablemente no tenga que ver con nosotros, simplemente las personas tienen sus vidas y probablemente estén enfadados por algo. No debemos por tanto tomarlo como algo personal, pero tampoco debemos dejar que nos hablen mal. Enséñales entonces con tu ejemplo a responder a estas situaciones de forma asertiva.

5.- Fomenta la capacidad de escuchar y entender a los demás. Para ello escúchales tú a ellos y enséñales a escuchar a los demás. Que entiendan que podemos aprender muchas cosas si escuchamos lo que los demás nos dicen.

6.- Emplea los refuerzos. Refuerza socialmente aquellas conductas adecuadas, como escuchar al otro o responder con educación, en esos casos interactuamos socialmente con los pequeños y refuerza negativamente las conductas inadecuadas, los gritos, la falta de escucha, etc. no interactúes con ellos en estos casos.

7.- Procura dotar a los niños y niñas de un ambiente rico en relaciones. Es importante que los pequeños tengan diferentes experiencias sociales, para que experimenten, aprendan y pierdan el miedo a determinadas situaciones.

8.- Anima a los pequeños a participar en diferentes grupos o hacer actividades con otras personas, sin que sea necesaria tu presencia. Es importante que los niños y niñas aprendan a desenvolverse solos, sin la protección de las figuras de los adultos. Por ello fomenta que acudan a actividades extraescolares, ya sea en sus propios centros educativos o en otras instituciones públicas o privadas.

9.- Cuando los pequeños pasen por alguna situación social de rechazo o negativa de alguna manera, debes dejar que pasen por ellas, pero explícales la situación, acompaña a tu hijo/a por este proceso sin pretender sobreprotegerlos, más bien ayudándoles a afrontar los problemas.


Por Fco Javier Camacho Ramos, psicopedagogo para la Escuela de Padres del Ayuntamiento de Barbate.


lunes, 9 de febrero de 2015

¿CÓMO SE ADQUIEREN LAS HABILIDADES SOCIALES?

Las competencias sociales se aprenden y desarrollan a lo largo del proceso de socialización, como resultado de la interacción con otras personas, en primer lugar en el seno de la familia, posteriormente en el contexto escolar, en la relación con sus iguales y en la interacción con los medios de comunicación.



Este desarrollo se produce fundamentalmente en la infancia, los primeros años de vida son fundamentales para el aprendizaje de estas habilidades.

De esta forma, podemos decir que se aprenden y desarrollan a través de los siguientes procesos:

1.- Experiencia directa. Los niños y niñas están rodeados de personas y desde una edad muy temprana comienzan a ensayar las conductas sociales. Se producen determinadas experiencias que los pequeños van interpretando e incorporan esas interpretaciones a su forma de pensar y actuar.



2.- Imitación. Los pequeños aprenden por lo que ven de las personas que son importantes para ellos. Imitaran aquellas conductas sociales que observan en los adultos más cercanos, pero no solo las conductas, también aprenderán de estos la manera de interpretar las situaciones y hasta de sentirse en determinados momentos.



3.- Refuerzos. Los refuerzos sociales que tengan sus conductas, ya sea de los adultos y/o iguales van a hacer que los niños y niñas desarrollen determinadas conductas y otras.




Por Fco Javier Camacho Ramos, psicopedagogo para la Escuela de Padres del Ayuntamiento de Barbate.

Estrategias motivantes para los hijos/as.

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